Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa
llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.
Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas,
a este papel de arroz
dale abad a la zorra,
a este fieltro que juega con tu
pelo
(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inanité
sonore
quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás
vivo, cómo
se puede estar cuando no
hay nada
más que la niebla de los
cigarrillos,
como vivís, de qué
manera
abrís los ojos cada día
No puede ser, decís, no puede ser.
Erszebet,
Karen Blixen
ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo
mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían
burbujas deslizándose desnudas
qué rejunta, qué húmedo
ajedrez,
qué maison close
de telarañas, de Thelonious,
que larga hermosa
puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène
Martin
con las intercesoras
animula
el tabaco
vagula
Anaïs Nin
blandula
vodka tónic
No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya verás,
ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado,
eso es seguro,
en un palangana con esponjas
entre supositorios y jamás
contestados telegramas.
Olga es un árbol de humo,
cómo fuma
esa morocha herida de petreles,
y Natalía Ginzburg, que desteje
el ramo de gladiolos que no trajo.
¿Ves bicho? Así. Tan
bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café
su culebra contando
dos terrones un beso
Léo Ferré
No pienses más en las ventanas
el detrás
el afuera
Llueve en Rangoon ---
Y qué.
Aquí los juegos. El murmullo
(Consonantes de pájaro
vocales de heliotropo)
Aquí, bichito. Quieta. No
hay ventanas ni afuera
y no llueve en Rangoon. Aquí
los juegos.