Fernando Pessoa
Portugal, 1888 - 1935
Bastante metafísica hay en no pensar en nada,
¿Lo que pienso del mundo?
¿Sé yo lo que pienso del mundo?
Si me enfermase, pensaría.
¿Que idea tengo de las cosas?
¿Que opinión sobre las causas y los efectos?
¿He meditado sobre Dios y el alma
Y sobre la creación del mundo?
No sé. Para mí pensar en esto es cerrar
los ojos
Y no pensar. Y correr las cortinas
De mi ventana ( que no tiene cortinas ).
¿El misterio de las cosas?¿Se yo lo que
es misterio?
El único misterio es que alguien piense en el
misterio.
Aquel que está al sol y cierra los ojos
Comienza a no saber lo que es el sol
No puede ya pensar en nada
Porque la luz del sol vale mas que los pensamientos
De todos los filósofos y todos los poetas.
La luz del sol no sabe lo que hace
Y por eso no yerra y es común y buena.
¿Metafísica?¿Que metafísica
tienen estos arboles?
La de ser verdes y copudos y hechar ramas
Y dar frutos a su hora -nada que nos haga pensar,
A nosotros, que no podemos dar por ellos.
¿Que metafísica mejor que la suya,
No saber para que viven
Ni saber que no lo sabes?
"Constitución íntima de las cosas...
"Sentido íntimo del universo...
Todo esto es falso, todo esto no quiere decir nada.
Es increible que pueda pensarse así.
Es como pensar en razones y fines
Mientras reluce al comenzar la mañana
Y al flanco de los árboles la sombra
Va perdiendose en un oro vago y lustroso.
Pensar en el sentido último de las cosas
Es aumentarlo, como cavilar sobre la salud
O llevar un vaso de agua a la fuente.
El único sentido íntimo de las cosas es
que no tiene sentido íntimo alguno.
No creo en Dios por que nunca lo he visto.
Si quisiera él que yo creyese en él
Sin duda vendría a hablar conmigo,
Empujaría la puerta y entraría
Diciendome ¡Aqui estoy!
(Tal vez esto suene ridículo
Para aquel que, por no saber lo que es mirar las cosas
No comprende al que habla de ellas
Con el modo de hablar que enseña el verlas de
verdad.)
Si Dios es las flores y los arboles,
Los montes, el sol y el claro de luna,
Entonces creo en él,
Creo en él a todas horas,
Toda mi vida es oración y misa,
Una comunión con los ojos y los oidos.
Pero si Dios es los arboles y las flores,
Los montes, la luna, el sol,
¿Para que lo llamo Dios?
Lo llamo flores, árboles, monte, luna, sol.
Si él se ha hecho, para que yo lo vea,
Sol y luna y árboles y montes,
Si él se me presenta como árbol y monte
Y claro de luna y sol y flor,
Es por que quiere que yo lo conozca
Como árbol, monte, luna, sol, flor.
Y yo lo obedezco
(¿Sé mas de Dios que Dios de sí
mismo?)
Lo obedezco viviendo espontaneamente,
Como uno que abre los ojos y ve,
Y lo llamo luna y sol y flores y árboles y montes
Y lo llamo sin pensar en él
Y lo pienso con los ojos y los oidos
Y ando con él a todas horas.
El misterio de las cosas, Dónde está?
Si apareciese, al menos,
Para mostrarnos que es misterio
Qué sabe de esto el río, qué sabe
el árbol?
Y yo, que no soy más, qué se yo?
Siempre que veo las cosas
Y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
Río con el fresco sonido del río sobre
la piedra.
El único sentido de las cosas
Es no tener sentido oculto.
Más raro que todas las rarezas,
Más que los sueños de los poetas
Y los pensamientos de los filósofos,
Es que las cosas sean realmente lo que parecen ser
Y que no haya nada que comprender.
Sí, eso es lo único que aprendieron solos
mis sentidos:
Las cosas no tienen significación, tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.
Todos los dias descubro
La espantosa realidad de las cosas:
Cada cosa es lo que es.
Que difícil es decir esto y decir
Cuanto me alegra y me basta.
Para ser completo existir es suficiente.
He escrito muchos poemas.
Claro, he de escribir otros más.
Cada poema mío dice lo mismo,
Cada poema mío es diferente,
Cada cosa es una manera distinta de decir lo mismo.
A veces miro un piedra.
No pienso que ella siente,
No me empeño en llamarla hermana.
Me gusta por ser piedra,
Me gusta porque no siente,
Me gusta porque no tiene parentesco conmigo.
Otras veces oigo pasar el viento:
Vale la pena haber nacido
Sólo por oír pasar el viento.
No se que pensarán los otros al leer esto;
Creo que ha de ser bueno porque lo pienso sin esfuerzo;
Lo pienso sin pensar que otros me oyen pensar,
Lo pienso sin pensamientos,
Lo digo como lo dicen las palabras.
Una vez me llamaron poeta materialista.
Y yo me sorprendí: nunca habia pensado
Que pudiesen darme este o aquel nombre.
Ni siquiera soy poeta: veo.
Si vale lo que escribo, no es valer mío.
El valer esta ahí, en mis versos.
Todo esto es absolutamente independiente de mi voluntad.